Desde la psicología, Halloween ofrece a los niños la oportunidad de gestionar el miedo en un entorno seguro y controlado, transformando lo terrorífico en algo divertido a través de juegos y disfraces.
Esta festividad también promueve el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, como la empatía, la resolución de conflictos y la creación de identidad a través de los disfraces, además de fortalecer el sentido de pertenecer y formar parte de una comunidad.
Desarrollo de la inteligencia emocional
- Procesar el miedo:
Halloween permite a los niños enfrentarse a miedos como la oscuridad o los monstruos en una situación controlada y con apoyo, lo que les enseña a afrontarlos sin sufrir ningún daño emocional. - Convertir el miedo en diversión:
Al reírse de lo que da miedo, como un disfraz o una decoración exagerada, los niños aprenden a manejar la emoción del temor de una manera saludable. - Desdramatizar temas como la muerte:
Con un enfoque adecuado, la celebración puede ayudar a naturalizar la idea de la muerte como parte de la vida.
Desarrollo social y de identidad
- Jugar con la identidad:
Los disfraces permiten a los niños explorar y experimentar con diferentes roles, lo que estimula su creatividad. - Fomentar la socialización:
La festividad promueve la interacción y la colaboración en grupo, como el crear disfraces juntos o animarse a hacer truco o trato, y además, fortalece los lazos de amistad al superar y vivir juntos experiencias de miedo. - Fortalecer la seguridad y pertenencia:
Las celebraciones familiares, como Halloween, contribuyen a crear rituales que fortalecen el sentido de pertenencia a la familia y generan
recuerdos estables.
Importancia de un enfoque adaptado
- Adaptar la experiencia al niño:
Es fundamental adaptar la intensidad de la celebración al nivel de cada niño, evitando sobreexponerlo a situaciones que puedan ser abrumadoras. - Comunicación y escucha:
Los padres deben estar atentos a las reacciones de sus hijos y validar sus miedos, ofreciendo apoyo y una aproximación gradual.
En MarBel, cada año nos damos cuenta de la importancia que tiene esta festividad para nuestros peques, y por eso enfocamos nuestras sesiones durante este periodo a todo lo relacionado con los
miedos que puedan aparecer en las distintas edades con las que trabajamos, dejamos que elijan si quieren venir al centro disfrazados o no y sobre todo, dejamos que sean libres de expresar en todo momento
lo que les hace sentir esta época del año. Con el tiempo, nos hemos dado cuenta que hay niños que lo vivencian como algo negativo, por
esto también queremos daros algunos tips para plantear dicha celebración cuando lo viven con miedo…
Halloween se ha convertido en una celebración habitual en nuestro país, hasta el punto de que, en colegios y guarderías, el mes de octubre se llena de motivos escalofriantes, centros comerciales repletos
de guiños tenebrosos y casas con pasajes del terror. En general, la fiesta se vive con emoción, pero para algunos peques, este derroche de días siniestros puede ser motivo de avivar sus temores.
Como padres, debemos tener presente que, no en todos los casos es necesario sobreproteger a nuestros peques frente al miedo, especialmente cuando se encuentra dentro de la normalidad, porque le ayudan a crecer y a afianzar la confianza en sí mismo, pero cuidado… porque existen determinados casos en los que estos temores pueden llegar a causar verdadera ansiedad en ellos, afectándoles en su vida diaria (miedo a dormir solo, a la oscuridad, a los monstruos, a que la muerte llegue a su puerta, etc), y esos casos, una fiesta como Halloween se torna en un momento complicado para ellos.
Dependiendo del grado de madurez del niño, será capaz o no, de captar el matiz “divertido” en la temática de esta celebración, o por el contrario, malinterpretará la información y derivará en una gran ansiedad frente a dicho despliegue de terror.
Es por esto, que desde MarBel, os recomendamos estar atentos especialmente a la forma en la que toda esta información llega a nuestros pequeños, a fin de que la misma, se adapte a su nivel de madurez y sobre todo a la sensibilidad personal de cada uno.
Esperamos que los siguientes consejos, os ayuden a que este día, se convierta en un momento de disfrute y no en una pesadilla para ellos…
1. Anticípate a la festividad
Para tu hijo, será más fácil que la fiesta no le pille de sorpresa, por eso, días antes de su llegada, habla con él sobre las actividades y eventos que rodean dicha fiesta, siempre transmitiendo un tono divertido y haciéndole llegar que se trata de una celebración con la que hay que disfrutar. Centra la conversación en las cosas divertidas que la rodean: los disfraces, los adornos, los caramelos, etc.; así, será más sencillo que lo interprete desde el entretenimiento y no tanto desde el miedo y el estrés.
2. Atiende la sensibilidad de cada niño
Es evidente que cada niño es diferente, cada uno tiene sus propios miedos y debemos estar atentos a ellos a fin de no acentuarlos. Por esto, es importante que, evitemos que reciba estímulos que activen estos miedos en particular, que mantengamos la escucha activa y sobre todo que anticipemos.
3. Haz amigable lo más terrorífico
En mayor o menor medida, a todos los niños, esta fiesta les despierta el gusanillo del miedo. Incluso desde la diversión, puede ser que durante el día disfruten y al llegar la noche esos miedos crezcan hasta hacerse insostenibles ya que es cuando integran todas las vivencias del día. Es ahí, cuando plantear lo aterrador de forma amigable puede ayudar a que lo interioricen de otra manera, acercarnos a monstruos amistosos, fantasmas divertidos, películas graciosas y por supuesto, evitar exponer a los contenidos o estímulos que puedan activar sus alarmas. Hay gran diversidad de cuentos que nos acercan a lo tenebroso de una manera más sana como, por ejemplo: “Osito Titi, la casa encantada”, “Eres mi fantasma favorito”, “Uno, dos, tres, vampiro es”,” La calle del miedo”, “Diez tímidos fantasmas”, “Cómo mola tu escoba”, “¿Miedo, yo no
tengo miedo”,” Una de monstruos”, y un largo etc.
4. Busca la participación
Una de las formas más agradables de hacerles olvidar sus temores es haciéndoles partícipes de la festividad implicándoles en las actividades: decorar calabazas, dejarles pintarse a ellos, hacer truco o trato con amigos, asistir a actividades relacionadas con Halloween como los pumpkin patch que están ahora tan de moda, etc. En resumen, hacer que disfruten para no dar cabida a los pensamientos negativos.
5. Enséñale a diferenciar
Aunque la fantasía es una cualidad preciosa en la infancia, cuando se trata de parar el miedo, es importante ayudarles a diferenciar entre la realidad y la ficción, algo tan presente en dicha celebración. Es por esto, que debemos incidir mucho en que son disfraces, escenarios preparados y simulacros de situaciones, y que la fiesta está pensada para divertirse.
6. Sé paciente
Ante todo, debemos tener paciencia y ser muy comprensivos, y si a pesar de todo, la celebración sigue resultando para ellos un foco de ansiedad, o hace que aparezcan miedos en los más pequeños, debemos buscar un plan alternativo. Con el tiempo, de forma natural, irán adquiriendo los recursos necesarios para poder disfrutar de una fiesta de terror y hacerla divertida, o simplemente aceptar que otros quieran disfrutar de ella sin ellos pasarlo mal.
En MarBel, también aprovechamos esta festividad para trabajar los miedos de nuestros peques y queremos compartir con vosotros una propuesta de intervención planteada por nuestra compañera Laura, una de las psicólogas del centro.
🎃 ¡Atrévete a soltar tus miedos! 👻
📬Nuestro buzón de los miedos invita a los niños a escribir o dibujar sus temores y dejarlos dentro del buzón.
🧠 ¿De qué se trata?
Consiste en poner nombre y forma a aquello que les asusta. De esta manera, los niños pueden observar 👀 , comprender 💬 y transformar 🌈 sus miedos.
💬Mediante la técnica de la externalización, una estrategia avalada por la evidencia científica🧩, conseguimos separar su identidad del problema: el miedo deja de ser “ 😒yo soy miedoso” para convertirse en “ 💪tengo un miedo que puedo afrontar”.
Al sacarlo fuera, se reduce la intensidad emocional y aumenta la sensación de control. Así, poco a poco, los monstruos se vuelven más pequeños 🧌 y el valor crece dentro de nuestros superhéroes 🦸🦸.

💗En MarBel, la terapia se adapta a cada niño buscando que se sientan seguros para expresarse y motivados para crecer.
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