Cuando un niño se acostumbra a los horarios y cuidadores de la escuela infantil a la que lleva acudiendo tiempo, puede resultar complejo hacer el cambio al colegio.
Como padres podemos entender que este proceso nos puede poner a prueba a la hora de estar seguros de la elección que hemos hecho, de pensar que nuestro hij@ se hace mayor, de nueva rutina… Es importante que antes del primer día de clase nos mentalicemos de que este cambio es parte de la infancia. Además, tenemos que confiar en nuestros valores como padres, sabiendo que la elección del centro ha respondido a muchas preocupaciones, y ha sido un proceso meditado. Por esto, deberíamos estar tranquilos con nuestra elección y confiar en lo decidido.
Así pues, una vez que la elección está hecha llegará el momento de planteársela al pequeñ@, para ello es importante que podamos hablar con él en un entorno tranquilo y seguro. Es necesario que se le transmita que el cambio es necesario para que siga aprendiendo porque “ya es un niñ@ mayor”. Además, plantear la idea de los nuevos amigos que conocerá y las posibles actividades que puede hacer, hablando siempre en
positivo.
Al igual, si tiene hermanos mayores, es muy recomendable que estos le animen y cuenten actividades que han hecho en el colegio y los amigos que puedan tener, recordemos que el hermano mayor es una figura de referencia muy importante, y siempre los niñ@s pequeños tratan de imitarle.
Por otro lado, dentro de lo posible, recomendamos encarecidamente si el niñ@ puede conocer el colegio antes del primer día de clase. Para ello es bueno poder visitar el colegio, y que vea su clase, el patio…
A nivel de prepararlo para el cambio, vemos positivo la posibilidad de que pueda participar en el proceso de compra del material escolar, de forma que así la ilusión por estrenar los materiales el primer día de clase estará presente.
Una vez ya pasado los primeros días de clase, podemos ver que nuestro hij@ se puede sentir algo triste los primeros días debido a la nueva rutina y el mayor tiempo en el colegio, pero nosotros como padres tendremos que permanecer siempre positivos. Todo el cariño y palabras de ánimo le ayudarán a irse adaptando al cambio, además el poder hablar sobre la tristeza y que el niño sea quien la verbalice, verá que tiene todo nuestro apoyo a la vez que a nosotros nos da una sensación agradable de dejarles volar pero participando en el proceso.
Sin embargo, entendemos que este proceso pueda ser un cambio que nos desafíe como padres. Además, tenemos constancia de que la etapa escolar pueda estar llena de problemáticas: acoso, bajas calificaciones, falta de habilidades sociales… En Marbel, Equipo de Atención a la Diversidad, os podemos ayudar si se presenta alguna dificultad tanto al inicio como a lo largo del periodo escolar y lo que conlleva este cambio.
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